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sábado, 20 de febrero de 2016

La banca acusa al Supremo de “populismo judicial” por dar la razón a los clientes

Resoluciones presionadas por la opinión pública





Una comida en petit comité y un solo asunto sobre la mesa: el “populismo judicial” que ejercen los jueces y, en última instancia, el Tribunal Supremo. Una treintena de abogados de grandes despachos y jefes de los servicios jurídicos de los bancos se reunieron el martes para desplegar su artillería contra la justicia por dar la razón a los perjudicados por los abusos bancarios. El promotor del acto fue el expresidente de la CNMV, Manuel Conthe.
Bankia ha vendido este miércoles la devolución del dinero a los inversores que acudieron a la salida a bolsa de entidad en julio de 2011 como una concesión a sus clientes para evitarles una nueva reclamación judicial. La decisión de la entidad supone una buena noticia para los más de 200.000 afectados, pero el reembolso del dinero ya era un asunto obligado para el banco por la acción de la justicia.


La entidad ha relegado al tercer párrafo de su comunicado la realidad de la situación. El Tribunal Supremo anuló el pasado 27 de enero la venta de acciones de la entidad y concluyó que Bankia había engañado a los inversores en el folleto de su salida a bolsa en julio de 2011. A todos. Los afectados ya no tenían que demandar uno por uno, sino que una sola sentencia se iba a aplicar a todos los casos. Los accionistas de Bankia solo tenían ahora que reclamar la ejecución de la sentencia a sus respectivos casos.
Este golpe en la mesa de los jueces puso en alerta a toda la banca. Era el segundo. La sentencia dictada por el Alto Tribunal en mayo de 2013 que anuló por abusivas las cláusulas suelo de las hipotecas de BBVA, Cajamar, Cajas Rurales Unidas y Nova Caixa Galicia provocó que la mayoría de bancos españoles dejaran de incluirlas en los préstamos. El fallo no fue generalizado, pero hizo que algo cambiara. 
El sector financiero español está atravesando un periodo de perplejidad ante las continuas decisiones de los jueces que una y otra vez dan la razón a sus clientes. No se acaban de creer lo que está pasando y en sus círculos acusan a los magistrados del Tribunal Supremo de dictar sentencias contra ellos por la presión de la opinión pública al margen de la ley.
La iniciativa emprendida este miércoles por Bankia se enmarca dentro de este contexto. La entidad madrileña ha decidido dar un paso adelante, librar a sus accionistas de la última reclamación ante los tribunales, ahorrarse 500 millones de euros en pleitos, según sus propias estimaciones, y pagarles lo invertido con un interés del 1%, en lugar del 4% que estaban dictando los tribunales, según cálculos elaborados por Facua. La factura le sale a Bankia por un total de unos 1.840 millones de euros, que ya tenía provisionados en sus cuentas. Una decisión bien recibida por las asociaciones de consumidores, que puede ser crucial para la resolución de otros conflictos como las preferentes, las hipotecas multidivisa, los seguros contra la subida de los tipos de interés, entre otros productos. 
Sentencias motivadas por la presión pública
Un día antes de conocer la decisión de Bankia, una treintena de abogados de grandes despachos que representan a los bancos en estos pleitos, responsables jurídicos de varias entidades y altos funcionarios del sector se reunían en Madrid para debatir sobre lo que denominan "populismo judicial".
Un concepto creado para referirse a las "dudosas" decisiones que están tomando los jueces y, en última instancia, los magistrados del Supremo con estas sentencias a favor de los clientes, según figura en el texto de la convocatoria del evento que tuvo lugar en la sede de la Fundación para la Investigación sobre el Derecho y la Empresa (FIDE). Un “think-tank” de difícil acceso donde las grandes empresas, altos ejecutivos y funcionarios analizan temas de actualidad. 
La sesión estuvo presidida por el que fuera presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) entre 2004 y 2007, Manuel Conthe, junto al notario Ignacio Gomá. Entre los asistentes, los responsables jurídicos de BBVA y CaixaBank, así como socios de los grandes despachos como Uría y Menéndez, Allen & Overy, Clifford Chance, DLA Piper, Albiñana & Suárez de Lezo, Delloite Abogados, Ramón y Cajal, Roca Junyent y Ernst & Young. También estuvieron allí funcionarios de la Sareb, entidad pública que gestiona los activos de la banca reestructurada, y un juez de la Sala de lo Penal del Supremo, según la lista de invitados a la que tuvo acceso bez.es.
La reunión no era secreta, pero la consigna fue que podían transcender los argumentos, no así los nombres de las personas que los defendían, según explican a bez.es fuentes presentes en la convocatoria. Una regla generalizada en todos los encuentros de FIDE. El debate transcurrió en torno a una opinión generalizada: "Las decisiones del Supremo no responden a una politización interna, sino a errores judiciales por el deseo expreso de favorecer al consumidor por los prejuicios de los magistrados hacia la banca y en favor de los clientes“, según expuso uno de los presentes. 
En esa dirección, se puso sobre la mesa la falta de preparación de los jueces para tomar decisiones sobre el sector financiero, las decisiones judiciales más cercanas a las convicciones personales de los magistrados que al marco de la ley, así como la inseguridad jurídica que está situación está provocando a las entidades financieras. 
Muchos de los asistentes reconocieron la urgente necesidad de simplificar el contenido de los contratos para hacerlos entendibles y reducir así la elevada litigiosidad, a la que han tenido que hacer frente desde que estalló la crisis financiera en 2008 y se destaparon los desmanes, según explican las mismas fuentes. Unos conflictos judiciales que las propias entidades han decidido recurrir de forma continua hasta llegar al Supremo, a pesar de que perdían el 90% de los pleitos. Un fenómeno que ha provocado el colapso de los tribunales con el correspondiente gasto a los contribuyentes. 
En este sentido, se habló de la posibilidad de limitar la extensión de los contratos hipotecarios a siete folios y huir de los contenidos farragosos. Un trabajo que deberían hacer de forma conjunta los responsables jurídicas de las entidades junto a los notarios, encargados de dar fe y asegurarse que el cliente entiende lo que firma. La preocupación generalizada residía más en cómo recuperar el prestigio perdido por los conflictos que en cómo recuperar la confianza del sector, cuentan los asistentes. 
Acusan al Supremo de querer legislar
Además de la expresión "populismo judicial", en la reunión se habló de otro concepto novedoso para referirse al Tribunal Supremo. El de ser una institución "legiferante", un término inventado utilizado para referirse a la presunta intención del Alto Tribunal de querer legislar con sus sentencias sobre productos bancarios abusivos. 
Es esa presunta beligerancia de los jueces es la que teme la banca. Los dos hitos que han marcado las sentencias que anularon las cláusulas suelo y la salida a bolsa de Bankia suponen la eliminación legal de este tipo de prácticas. La consecuencia inmediata para el sector financiero supone la pérdida de parte del negocio. También para los grandes despachos de abogados, que han visto en el enfrentamiento de los bancos con sus clientes un negocio del que aprovecharse desde que llegó la crisis en 2008. 
Todos ellos siguen defendiendo que no son los jueces los que tienen las competencias para decidir la legalidad de los productos, sino los organismos reguladores -el Banco de España y la CNMV-. Unos organismos que dieron el visto bueno a la venta de estos productos y que avalaron que se ajustaban a la legalidad. 
La iniciativa emprendida este miércoles por Bankia ha puesto de manifiesto que es posible resarcir a los afectados por estos presuntos abusos sin que el negocio se resienta. Los bancos han luchado todos estos años por impedir que una sola sentencia se pueda aplicar a todos los clientes que tenían el mismo producto. El Supremo abrió la brecha definitiva el pasado 27 enero, Bankia ha decidido asumir la realidad 21 días después. 
Fuente: http://www.bez.es/807744689/la-banca-acusa-al-supremo-de-populismo-judicial.html

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